La verdad es que cuanto más me quedo en Shanghai más me parece que voy a acabar viviendo en esta gran ciudad de 26.000.000 de habitantes. No simplemente por lo que comporta estar en un sitio donde la evolución es constante y viral, sino porque cada vez descubro en ella alguna cosa humana que me sorprende y me alegra la estancia.
Para poneros en situación os diré que la gente, por norma general y siempre que pueda, vive en lo que se llaman "condominios", que son como bloques de pisos enormes donde pueden vivir perfectamente unas 1000 personas por bloque.
Al salir a la calle del bloque en el que estamos viviendo, siempre me sorprendió que las tiendas de comida fueran tan escasas, especialmente cuando hay tanto comercio de cosas aparentemente inútiles. Me sorprendía pensar que esa gente tuviera que coger taxis para llegar a los mercados.
Pero un día, saliendo del edificio, me encontré con una gran marabunta de gente que estaba esperando algo. Al preguntar qué hacían me dijeron que esperaban al payés que repartía las verduras y fruta, y sorprendido me quedé a esperar.
El tema es que los bloques se organizan no solo para las cuestiones básicas de mantenimiento del edificio, sinó que tienen contratos con payeses de las afueras de la ciudad que les traen regularmente la comida.
Cada lunes la presidenta de la escalera pasa por cada piso y pide qué es lo que quieren cada inquilino, lo apunta religiosamente en una libreta y hace el pedido DIRECTAMENTE AL PAYÉS! con lo que, a parte de asegurar-se una gran calidad y frescura de los productos, el precio que pagan por ellos es la mitad de lo que lo puedes encontrar en mercados y demás. Brutal!!! Es como una gran familia!
Después de investigar un poco, me di cuenta que en Barcelona también está sucediendo esto y que los denominados grupos de consumo son una alternativa muy real a los supermercados. De hecho hay 23 granjas/huerto en las afueras que dan el servicio en la misma ciudad, encargas la comida y un día por semana traen el pedido completo a una dirección, directamente sacado del huerto. Y si a la granja que le has pedido las coles no tiene, se organizan entre ellas para dar el servicio. Por supuesto esto solo lo hacen para ciertas cantidades de comida, con lo que te obliga a hacerlo con mas gente que un día a la semana se reúne, con esta excusa, y aprovecha para entablar relaciones personales.
Decididamente, cuando vuelva, voy a reunir a la familia a ver si podemos organizarnos, porque no solo es una cuestión de comprar más barato y que los payeses que hacen esto lo hacen con sistemas naturales, sino que también es una buena forma de que no nos sintamos tan alienados.
Qué gran descubrimiento.
Saludos a todos.
